WENDY´S WEDDING WEDNESDAY: LA PREBODA DE PAT & DAVID (Y ALGO MÁS...)

Esta sección la creamos para presentaros (los wedding wednesday) a empresas y personas que trabajan en el mundo de las bodas. Hoy nos saltamos esa premisa porque quiero que conozcáis a alguien que no trabaja en este mundo, pero pertenece a él. 

No hace demasiado tiempo que conozco a Patricia. Pero ella nos conoce muy bien porque nos leyó durante los meses de preparativos de su boda. Era una de vosotras, de todas esas personas a las que no puedo poner carita porque nos leéis sin comentar, sin dejarme saber que estáis ahí, post tras post. 

Me encantan las historias de serendipity, de casualidades y hechos fortuitos. Me encantan porque creo que están llenas, al fin y al cabo, de magia. Y en una de esas historias encontré en su blog cómo nos nombraba. Contaba la historia de cómo se enamoró del vestido de una de nuestras cuentinovias. Recuerdo que cuando encontré su post estuve reflexionando acerca de cómo nuestras bodas llegan a ser parte de la historia de los preparativos de otras. Cuentos forma parte de vuestro wedding inspiration board, y eso es muy, muy grande para nosotros.

El caso es que una casualidad nos puso en contacto y una casualidad nos la trae hoy aquí.

Quiero presentaros a Pat. Este post es una introducción para enseñaros su preboda, (me encanta! Arberas Ruso detrás de la cámara, Barcelona de escenario y unos novios a punto de casarse, no se puede pedir más...) que fue el aperitivo de una boda diferente, sin duda, que os enseñaremos en otro post
Y hoy os la presento como novia y también como (tachaaaan!) colaboradora de nuestro blog: Welcome, Pat!! Te abrimos las puertas de nuestro rinconcito en la blogosfera. Y estamos encantados de tenerte con nosotros. 

Así que ya sabéis, tenemos chica nueva en la oficina, se llama Pat y es divina...

Me llamo Patricia y soy weddinglover. Que parece que vaya a terapia y todo. Soy tan adicta que lo primero que hago cuando me despierto es mirar los blogs de bodas que sigo y lo último que hago antes de dormir es repasar mis revistas de novias.  Y no hablemos de redes sociales porque la cosa se me va de las manos. Mis amigas me miran sorprendidas cuando hago un like a una foto colgada por un fotógrafo americano. “Si ya te has casado” afirman… Pobres…

La pregunta siempre es y… ¿cómo empezó todo esto? Pues con una boda, con mi boda. Una boda que tardó 7 años en llegar y que se transformó de una firma en un juzgado a una fiesta con más de 140 personas. Y es que nosotros queríamos casarnos un Sant Jordi, la fecha más bonita del año, la fecha en que ambos recordábamos no haber sido capaces de pensar el mundo sin el otro (23 de abril para los que no viváis en Barcelona no os podéis perder uno!!) y cuando ya teníamos casi todo listo para ir a firmar el día 23 de abril de 2010 yo perdí la cabeza… Atrasamos un año la boda para hacerlo coincidir con sábado y que la gente pudiera venir y de paso, organizar algo más grande.

Y así empezó mi Sant Jordi en 2011, como siempre, como cada año, desayunando en la misma cafetería, comiendo el mismo croissant y  compartiendo zumo de naranja con el que iba a ser mi marido.  Y luego en busca de la mejor rosa, de los libros deseados y las guías para el verano. Nada que no hubiéramos hecho el año anterior, nada que no vayamos a hacer en este 2012. Y con  toda la ciudad decorada para nosotros! Qué mejor engagement sesion que recorrer La Rambla en búsqueda de ese momento tan único como es encontrar la rosa que buscabas. Adoro las sesiones campestres (macarons incluidos) pero por un día la ciudad de convierte en campo!

Para los que no viváis aquí, y seguramente para muchos de los que vivís aquí, os descubriré un pequeño detalle: La Rambla se mueve entre un buey pensante y una jirafa que se mira en un espejo, y fue en esa jirafa que le dije adiós mi novio para luego decirle hola a mi marido.

(Fotos Arberas Ruso)

Luego todo se convirtió en esa boda que llevaba planeando hasta el último detalle durante más de un año, la intimidad justa, las sonrisas cómplices, las lágrimas por todo lo luchado, las flores exactamente como las había pensado, el cielo del color que había soñado (y mira que en teoría iba a llover), el vestido me sentaba como un guante,  la luna que no salía fue imitada por unos farolillos, mi familia no dejó de reír y llorar de la emoción en toda la ceremonia, mis amigas disfrutaron de la primera boda de una de nosotras, David, el marido, me dijo todo aquello que yo me moría por oír, un ambiente que invitaba a la conversación con cualquiera… Yo llegué a sentir casi físicamente cómo nos transformábamos de una pareja a una familia. (Pero todo esto os lo enseñaré en otro post)

Y es que creo que lo que hace a una wedding lover no es la organización en sí, que sabemos que nos gustan los DIY (en mi caso BIY, vaya, buy it yourself), disfrutamos preparando sorpresas y coordinando mantelerías, pero lo que nos gusta es esa sensación de ver y sentir el amor, de generar momentos para que sea más visible a los otros, ratitos tan únicos que hasta en las fotos se puede oler el perfume de la novia…

Y para finalizar, pero no en último lugar, que soy muy de agradecimientos, me gustaría agradecer a los cuentichicos que organizan las Bodas de Cuento más maravillosas, la ventanita que me permiten abrir en este rinconcito donde lo que importa es el amor y la fiestas que, de vez en cuando, le dedicamos.


Pat.


NOTA: TODAS LAS IMÁGENES SON PROPIEDAD DE ARBERAS RUSO Y QUEDA PROHIBIDO SU USO SIN PERMISO DE LOS AUTORES. GRACIAS POR RESPETAR SU TRABAJO.