SI NOS ESTÁS LEYENDO, ESTE POST ES PARA TÍ.

Llevo varios días pensando en lo afortunados que somos por la suerte de trabajar con personas fantásticas. Cada pareja de novios para los que hacemos su boda. Y cada compañero (videógrafos, floristas, fotógrafos...) de este mundo apasionante de las bodas, esos con los que compartimos además de bodas, historias, proyectos, sonrisas y lágrimas, que de todo hay.

Con nuestros novios y con los compañeros la relación es evidente, estamos cara a cara, hablamos, nos comunicamos directamente.

Y luego estáis vosotras. Y vosotros. Leyéndonos. Anónimos. No puedo saber realmente quiénes sois ni cuál es vuestro nombre. Ni sé cuántos sois. Pero estáis. 

Cada vez que alguien nos llama, escribe un mail o se sienta en el saloncito de nuestra oficina para contarnos algo acerca de su boda y pronuncia estas palabras "Os sigo en el blog!" se desencadena la reacción: 

El sonido corre de mis oídos a mi corazón, donde explota en confetti de felicidad.  

Tenemos un blog, alguien nos lee, obvio, pero es que sois muchos... y eso provoca un subidón de felicidad brutal.

Y por qué? Porque detrás de este blog hay un gran esfuerzo. Y mucho cariño.

Nosotros no somos bloggers dedicados a hacer un maravilloso blog lleno de tendencias, moda, lifestyle o ideas.
Somos wedding planners, ese es nuestro trabajo.
No escribimos como actividad principal y profesional, nuestro blog es una puerta a nuestro corazón de planners y por consiguiente, a nuestra vida. Pero realmente es un añadido a nuestro trabajo al que le dedicamos el poco tiempo que nos sobra (he dicho poco? rectifico, poquísimo) entre los preparativos de una boda y otra. Y esto ocurre muy a mi pesar, porque disfruto contándoos cosas, enseñándoos qué pasa en el backstage, compartiendo con vosotras nuestras bodas de cuento y poniéndoles cara a sus protagonistas, hasta el punto de que se hacen cercanos para los lectores, como si realmente los conociéseis. (Quién no conoce a nuestra Cherry Bride y su boda cereza? Quién no recuerda a Maku y Miguel y su boda en la playa?) Cuando nos citáis algún detalle de algo que habéis leído en el blog le ponéis nombre! Conocéis cada detalle de cada historia; es un efecto alucinante, hemos conseguido contar historias reales y que os lleguen.

Cuando empecé a escribir en este blog, con la web de cuentos en pañales, y animada por una de nuestras novias, y ya amiga (un beso enorme, Marian), nunca pensé que contaría tantas cosas y que recibiría tanto feedback de nuestros lectores. 

Y si tuviese tiempo podría pasar días enteros escribiendo. Tengo miles de posts bocetados, cientos de anotaciones de "quiero hablar de esto" o "quiero enseñar esto otro". Algunos llevan un año esperando en borradores, incluso quizá nunca los publique... Y otros nuevos vendrán. Pero sin vuestro feedback ni una sola palabra tiene sentido.

Hay estadísticas que te cuentan cuántas personas leen tu blog. Deben ser un buen termómetro para saber si lo que escribes tiene repercusión, pero si os soy sincera, apenas las miro. No tengo necesidad de ser la wedding blogger del mes o del año y se qué nuestro blog nunca ganará un premio. Porque no es eso lo que perseguimos, no es la motivación. Solo tener un vínculo con vosotros y un lugar donde saber realmente qué trabajo hacemos y cómo somos en Cuentos de Hadas.

Así que hoy quería hablar de vosotras, de todas y cada una (sorry, incluyo también a los Men!!). 

Cada vez que nos decís la frase mágica {"Os sigo en el blog..."} me hacéis feliz. Sois el mejor premio a madrugadas tecleando, de borradores escritos en el notebook desde el asiento del copiloto, mientras Jose conducía. De probatinas con imágenes y fondos, de incursiones en el html de la plantilla y sus respectivos desastres (#notengoni-ideadeinformática)

Y no encuentro la forma de daros las gracias por estar ahí desde hace tanto tiempo, por seguir, por empezar, por los comentarios que me dejáis y que a veces no contesto, por aguantar sin abandonar cuando paso días sin asomar el morrete por aquí, cuando parece que estamos desaparecidos, pero no! Estamos tramando bodas de cuento...

Millones de gracias por leernos, por querernos, por reconocer nuestro trabajo, por emocionaros conmigo, por hacerme sentir que la pantalla no existe, que estáis leyendo a una amiga y no a una desconocida que os habla de bodas y de cosas moñas (que no pasa nada, que lo reconozco y lo llevo con elegancia. Soy moñas y romaticona, algún problema? XD)

Recuerdo que un novio nos dijo una vez: "Lo primero que hace mi novia cuando enciende el ordenador es abrir el correo y a continuación vuestro blog. Lo primero" Y que alguien abra mi blog antes que cualquiera de los chorrocientos millones de trillones de opciones de la blogosfera para mí es too much.

O como cuando alguien nos escribe diciendo que le encanta la imagen y el estilo del blog y que le gustaría que el suyo fuese así. Yo que soy una perfeccionista psico-compulsiva y nunca lo veo tal como me encantaría tenerlo, que te digan algo así es un auténtico halago.

O cuando he dedicado un post a una novia y me escribe para decirme la emoción que ha sentido al leer cómo hablábamos de ella, al sentirse la estrella invitada en un balcón con vistas al mundo.

O cuando alguien sobre el que he escrito me cuenta que ha recibido un montón de solicitudes de info de personas que leyeron ese post que escribí sobre él/ella, lo conocieron gracias a que un día hablamos de él/ella y lo contrataron. Eureka! Funciona! La sinergia es real. Algo pasa en el blog de Cuentos!

Gracias. De verdad. De corazón. Es tan simple y sincero lo que quiero haceros llegar que no sé cómo decirlo.

Me encantaría poneros cara a todos/as, teneros delante y daros un abrazo. Y deciros esto mismo mirándonos a los ojos. 

Es un privilegio para mí teneros aquí. (Gracias, gracias, gracias...)

(Foto de Neima Pidal para Cuentos de Hadas Wedding Planners)