Pat & Deivid, by Sara Frost. {Feliz aniversario}

Hay posts en los que no puedo ser objetiva. Por lo menos soy sincera y desde la primera linea #yoconfieso que soy fan total de esta pareja. 

Las casualidades bodiles (siempre salpicadas de cierta magia y ese charming effect...) nos hicieron coincidir hace un tiempo. Y desde entonces Pat se ha convertido en una de esas personas que son una especie de amiga-de-toda-la-vida-aunque-solo-haga-meses-que-la-conoces. Para mí la amistad no se mide en años, si no en latidos del corazón. Y de emociones vividas y compartidas, y de muchas otras cosas que son difíciles de explicar, pero sencillas y agradables de sentir. 

Algún día os contará ella misma esta historia, que para eso es colaboradora de este blog y tiene su hueco propio. Aprovecho la ocasión para decir en su defensa que tengo un montón de sus posts en borradores, pero como ya sabéis, soy la anti-blogger y publico de higos a brevas, así que si por ella fuese, habría "Post de Pat" cada semana. Por que además, os gustan. Que lo sé yo. 

Bueno, primero fue ella y luego David. Nosotros le llamamos Deivid. Que resultó ser el tipo que se marcó el speech más sublime y romántico ever seen en una boda. Que yo, cada vez que veo el video de su boda lloro y lloro. Ese será otro post. Lo prometo, porque tenéis que verlo, es... EL VIDEO. 

Pat tiene una sonrisa muy especial, que se vuelve aún más cuando habla de él. Sus ojos brillan. Y tú que estás delante de ella escuchándola te contagias de ese amor que desprende. Me gustan estas cosas. Mucho.

Primero fue Pat, a la que conocerla es quererla, y luego Deivid. Que es un tío genial. Me muero de la risa con él. Es realmente ingenioso y divertido. Y me encanta cómo la mira. De hecho se queda a veces colgado observándola, la mira con una sonrisa de felicidad absoluta, y entonces le toca el pelo, o le acaricia el hombro. Y parece que en lugar de 10 años juntos llevan 5 meses, y que el amor está tan fresco y es tan dulce como al principio. A mi estas cosas me enternecen, y mucho. Me hacen reafirmarme cada día en nuestro trabajo, hacemos bodas para personas que se quieren de VERDAD. 

Aunque su boda no la hicimos nosotros. La casualidad no nos puso antes en el mismo camino, en esa época Pat era solo una seguidora de este blog, y yo no sabía de su existencia. Y esta es una de las bodas que más me habría gustado hacer en el mundo. 

Sea como fuere, este es hoy un homenaje a dos amigos a los que adoramos. De los que me demuestran que el amor está vivo, es divertido y no se caduca. Amor divertido. El tipo de amor que nos gusta en Cuentos.

Esta sesión de fotos fue el regalo que se hicieron Pat y David al cumplir un año de su boda, este pasado Abril. Tras la cámara, Sara Frost, amiga también y una de nuestras fotógrafas preferidas. Todo un descubrimiento de este fantástico 2012 con el que estoy encantada. Otro charming chance encontrar a Sara en el camino de baldosas amarillas de las bodas. 

Nada más. Os dejo con Pat, la playa de su first look, Deivid, el amor, los molinillos, el Maneki, los globos, los besos y las mariposas. Os queremos, chicos. Y os echamos {mucho} de menos.